Bienvenido a la tribu de los que disfrutamos el contacto con la naturaleza y lo tradicional.
Para los hombres, nuestra vida pasa sin afeitarnos, usamos camisas a cuadros y no estamos tan preocupados por nuestro aspecto. Se dice que somos asiduos a los bares, gozamos de la comida casera y no nos torturamos por lograr un cuerpo tonificado ni una piel perfecta.
Como amantes del campo y la naturaleza, preferimos lo natural y a veces nos toca ser rudos; no por nada somos el "hombre de la casa", ese que repara los desperfectos, construye muebles y salva “doncellas” en peligro.
En general, preferimos un plato contundente antes que estar a dieta, somos esos hombres a la antigua, que podemos pasar meses sin mirarnos frente a un espejo. ¿Sabes por qué? ..."Porque los espejos no crecen en la naturaleza”.
De hecho, si salimos al campo, es probable que recojamos los frutos que encontramos en el camino en lugar de llevarnos una barra de cereal.
Las mujeres LEÑADORAS, nacimos en entornos hostiles y con mucho empeño y trabajo podemos decir que estamos forjando nuestro futuro. Vivimos por la vida con o sin un hombre que nos cuide y muchas veces nos toca cuidar de "los rudos".
Trabajamos 12 horas al día sin pedir contrato, porque somos duras y a toda prueba. Nuestro mejor pasatiempo está en la naturaleza, el deporte y los eventos sociales. Si la semana tuviera 8 días, tendríamos energía de sobra para regalar un día extra. Caminamos y corremos todo el año para mantener este mundo girando. Únicamente, somos leñadoras del sur de mundo, con madera de verdad.
Calzado de montaña, dedicado a amantes de la vida silvestre y expertos en deportes de competición.